El alimento subliminal de los sentidos



Cuando una persona está deprimida, su mente, su voluntad, su cuerpo, sus emociones están deprimidos. Cuando una persona está deprimida se encuentra débil en cuerpo, palabra y mente y por eso se aísla, porque sabe que no es capaz de resistir las agresiones que recibe de su entorno.

Para salir de la depresión debemos, por tanto, fortalecer el cuerpo, las emociones, la palabra, la voluntad y la mente.

En otros capítulos hemos hablado extensamente dando consejos acerca de la alimentación, los biorritmos, dietas, ejercicios para mejorar nuestra salud. Hemos hablado de la importancia de la respiración en nuestros estados de ánimo. Le animo a que repase el artículo titulado: “Cómo salir de la depresión”

En el capítulo titulado” la respiración y las enfermedades nerviosas” hablamos que tenemos dos glándulas que influyen sobre nuestro carácter, nuestro estado de humor, nuestro estado anímico, nuestra voluntad y como la respiración puede afectar a estas glándulas debilitadas por una mala respiración, por una mala alimentación, por malos hábitos…La verdad es que tendríamos que hablar de otros alimentos, no físicos, que influyen sobre el funcionamiento de la glándula pituitaria y las gónadas sexuales, las cuáles, como sabemos producen eso que llamamos libido, deseo.

Nosotros también nos alimentamos de las impresiones que recibimos a través de nuestros sentidos físicos. Las impresiones alimentan nuestro estado anímico, nuestro estado mental, nuestros deseos, nuestras emociones… constantemente estamos recibiendo a través de nuestros sentidos un sinfín de estímulos, la mayoría de las veces muy negativos, que inducen a la mente y a las emociones a estar sobrexcitados y que influyen de manera negativa sobre el funcionamiento correcto de nuestras glándulas endocrinas, especialmente la hipófisis y las gónadas sexuales, que son, las que en realidad gobiernan el estado de la mente, de las emociones y por tanto, de los actos y de la palabra.

Somos en definitiva, esclavos del funcionamiento de dos glándulas endocrinas que determinan nuestros actos, nuestra habla, nuestros pensamientos, nuestra actividad, nuestra voluntad, nuestros deseos.

Si queremos ser dueños de nuestro destino de nuestros actos, debemos ser dueños de nuestras emociones, deseos y de nuestros pensamientos y estos están influenciados por todo lo que vemos, por todo lo que olemos, por todo lo que oímos, por todo lo que sentimos, por todo lo que gustamos.

De nuestros cinco sentidos de percepción, la vista, el oído son los más activos y los que más nos influyen a nivel consciente e inconsciente también. Son los que más impresiones reciben e influyen sobre nuestras reacciones mentales y emocionales, deseos…Sin embargo, todos nuestros sentidos pueden captar impresiones y sensaciones de manera subliminal que también influyen sobre nuestro comportamiento inconscientemente.

De esto se vale la publicidad y el marketing que gobierna a las masas. Si uno es gobernado por los sentidos, ya sea consciente o subliminalmente, es un esclavo, un títere y no es libre.

Aprender a ser conscientes de nuestras sensaciones producidas por los sentidos y aprender a no reaccionar de manera mecánica e inconsciente es muy importante, si queremos controlar nuestros deseos, emociones, pensamientos, nuestra palabra, nuestras acciones en general.

La meditación Vipassana es una técnica de meditación que nos puede ayudar a ser conscientes de las sensaciones y a romper los vínculos creados de las adicciones.

Ser dueños de nosotros mismos depende de esto, de ser conscientes no solo de aquello que nos gobierna conscientemente, sino también de aquello que nos gobierna inconscientemente y que se vale de nuestro subconsciente para manipularnos.

Es por este motivo que nosotros debemos de cuidar las impresiones que recibimos a través de nuestros sentidos, seleccionando en la medida de lo posible las percepciones que alimentan de manera positiva o negativa nuestro sistema endocrino, el cuál reacciona e induce al deseo, al desánimo, al mal humor o a sentirnos relajados y felices y satisfechos con lo que tenemos.

No sirve de nada estar aislados en la naturaleza, meditar, purificar la mente, alimentarse con alimentos que no influyan de manera negativa sobre nuestras glándulas endocrinas, si luego nos atiborramos de percepciones cargadas de negatividad y de mensajes subliminales que manipulan nuestro subconsciente y nos inducen a acciones mecánicas e inconscientes.

Es conveniente aislarse de esos medios, presentes en todas partes, en la televisión, radio, prensa, Internet.

Si una persona tiene problemas con su mente porque esta reacciona con facilidad ante provocaciones sensuales eróticas y está constantemente viendo la televisión, viendo anuncios, películas, vídeos, mirando Internet…o si uno tiene problemas con su mente porque reacciona con facilidad ante la provocación del marketing, deseando comprar cosas sin cesar, pues no tiene sentido que visite grandes almacenes, tiendas, escaparates, ni que vea publicidad en la televisión. Debemos de aprender a seleccionar lo que es bueno para nuestros sentidos y lo que no lo es.

La mayoría de la publicidad juega con los deseos, insatisfacciones y complejos ocultos en nuestro subconsciente, provocando una acción concreta y determinada y lo que es más lamentable, esta manipulación comienza ya desde niños.











Si de verdad amamos a nuestros hijos, deberíamos de tener más cuidado con el contenido al que acceden a través de los medios de comunicación y enseñarlos desde pequeños, a practicar la meditación, para que tengan las armas necesarias para no convertirse en robots adictos, compulsivos, en máquinas llenas de ansiedad y deseos.





He recibido críticas por personas que consideran exagerado y dramático lo que aquí decimos, me han tachado de moralista y represivo, pero bueno…sigamos.

Si una persona es adicta al alcohol o a drogas, no tendría sentido que visite cantinas y discotecas.

Si una persona desea apagar un fuego, no tiene sentido que le eche leña y sople sobre las ascuas porque así jamás lo apagará. Al contrario, deberá ir retirando las ascuas, poco a poco y alejarse del fuego.

Estas personas, que tienen su mente descontrolada por deseos, obsesiones y compulsiones necesitan de ciertas armas que les ayuden a combatir esas reacciones incontrolables que proceden de su subconsciente, hay que ayudarlas y de hecho es posible ayudarlas.

Tienen que tener otra oportunidad que no sea caer en manos de los “carniceros de la mente”, para que acaben convertidos en inválidos mentales.

Es posible recuperar a una persona con problemas psicológicos si le damos ciertas armas que le permitan defenderse de los ataques que proceden de su subconsciente, híper excitado por los sentidos, las sensaciones y las impresiones, que han dañado su sistema endocrino, junto a los alimentos e intoxicantes que ingerimos a través de nuestra boca. Pero recordemos, que alimento es todo. Como dijo Jesús: “No solo lo que entra por la boca contamina al hombre”

Estas armas tal vez, no puedan ser utilizadas por ellos mismos, si se encuentran en un estado muy descontrolado, pero sí por las personas que se hacen cargo de ellas, por sus familiares, por ejemplo.

En un próximo capítulo espero hablar sobre una práctica que puede ser de gran ayuda para las personas aquejadas de compulsiones, obsesiones, fobias, manías…típicas de casi todas las enfermedades psicológicas conocidas.
¡Hasta pronto!

18 de abril de 2014
Seoan Judith Nath
Manuel Vázquez.

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