Los centros de bloqueo del sistema nervioso(Ampliado)

  

Tensiones Cervicales y Lumbares

Todas las presiones externas que tenemos en nuestra vida diaria, derivan en presiones internas y agitación, a nivel mental, emocional y a nivel físico, cristalizando en nuestro cuerpo, en forma de contracturas musculares y tensiones nerviosas, que afectan a los órganos internos, especialmente al estómago, al corazón, al cerebro.

Pero existen otras zonas, en donde las tensiones nerviosas cristalizan y crean contracturas y tensiones en nuestro cuerpo, creando una sintomatología muy conocida y muy localizada.

Estas zonas, son conocidas, como cilindros o centros de energía, o también, como "focos de condensación o cristalización de tensiones"

También se les conoce, como" Centros de bloqueo"

Estos centros son los siguientes:

  • Centro sexual, ubicado en los órganos sexuales.
  • Centro emocional: Estómago, corazón y garganta.
  • Centro intelectual o cerebro
  • Centro cervical
  • Centro del coxis

 

Centro emocional

Centro emocional, que abarca las siguientes zonas:
El estómago, el corazón y la garganta.

El estómago


El estómago capta o almacena malas emociones ,nervios, disgustos, miedo, ira....
Estas emociones pueden llegar a producir úlceras, diarreas, acidez, falta de apetito o exceso, por ansiedad, malas digestiones, calambres y dolores de estómago... pero también, pueden afectar a los conductos urinarios y a la vejiga, provocando incontinencia urinaria, como le sucede a los niños pequeños, cuando se asustan.

El corazón

La siguiente zona del centro emocional, es el corazón. El corazón es otro gran órgano que se ve gravemente afectado por los nervios y la ansiedad, sufriendo arritmias, taquicardias, aumento de las pulsaciones, presión alta, opresión torácica e incapacidad de respirar, rotura de válvulas y arterias, parada cardíaca...

La garganta

Finalmente, dentro del centro emocional, está la garganta, que también se ve afectado por las emociones, afectando al funcionamiento de la glándula tiroides, una glándula especialmente importante, de nuestro sistema endocrino, que se encarga de generar tirosina, que es un aminoácido a partir del cuál se produce una hormona, llamada dopamina.

La dopamina regula, junto a la serotonina, producida por la glándula pineal y junto la noradrenalina, generada por las glándulas suprarrenales, regulan nuestro estado de ánimo.

Si hay bajos niveles de tirosina y dopamina, nuestro tono anímico será bajo, y además tendremos otros problemas a nivel de nuestro metabolismo.


Tenderemos a estar decaídos, a ser lentos y a estar deprimidos y a no tener ganas de hablar, ni de comunicarnos, cosa que sucede, precisamente, cuando hay depresión, cuando nuestro estado emocional está afectado por un disgusto o alguna frustración.

Un funcionamiento bajo de la tiroides, puede llevarnos a sentirnos decaídos y cansados y por ello, podemos tener tendencia a comer cosas dulces o a comer y picotear entre comidas y, por tanto, a engordar con facilidad, porque además, tenemos poca actividad física, tenemos tendencia a la pasividad.

También, si las emociones son de miedo, amenaza, terror...nos tiembla la voz o nos bloqueamos al querer hablar.

Puede suceder, también, que se nos dé por gritar, o por llorar. Los ojos son también órganos que se ven afectados por las emociones.

Si la tiroides genera mucha tirosina y dopamina, tendremos un tono anímico y metabólico alto, tendiendo a la hiper actividad y al desgaste de mucha energía, tenderemos al nerviosismo y a la ansiedad, a hablar mucho, sin parar.

Al haber mucho desgaste de energía, por causa de la hiperactividad, solemos comer mucho, pero no engordamos, porque gastamos mucha energía.

 

Centro Intelectual del cerebro

El siguiente centro de condensación y bloqueo de energía ,es el cerebro.

Sobra decir que las migrañas, jaquecas, dolores de cabeza, neuralgias, preocupaciones, estados de ira mental, pérdida de memoria, bloqueo mental, incapacidad de pensar, estados de ofuscación, desmayos,.... son síntomas de que el cerebro está bloqueado, desgastado o saturado, o ambas cosas a la vez...

El siguiente centro de bloqueo, se encuentra en un lugar muy afectado por las tensiones nerviosas y las preocupaciones, además de sufrir por consecuencia de malas posturas al dormir.

 

Centro Cervical

Este centro, son nuestras conocidas y sufridas Cervicales.

Las tensiones cervicales, son, junto las tensiones y contracturas del centro ubicado en el corazón, las más peligrosas.

Las del corazón, pueden sesgar nuestras vidas, porque podemos sufrir un ataque o un derrame, por ejemplo y morir o quedar inútiles, cerebralmente.

Pero, una tensión cervical puede desgastar las vértebras cervicales y agarrotar algún nervio de la médula espinal, o agarrotar y bloquear toda la médula y las arterias que pasan por el cuello, hacia el cerebro.

Un bloqueo cervical puede impedir que llegue suficiente sangre y oxígeno a nuestro cerebro.

Las vértebras cervicales, son como la caja principal de la conexión eléctrica de una casa, el cuadro eléctrico principal por donde pasan las distintas líneas de cables que alimentan a las diferentes estancias y habitaciones.

Un aprisionamiento en esa zona, puede provocar la rotura de algún cable que alimenta una o varias habitaciones, o la roturas de varias líneas, o un cortocircuito de los cables de una línea o entre diferentes líneas.

El resultado es un apagón en alguna zona de la casa, la parada de algún aparato o máquina o de alguna bombilla.

Tratándose de nuestro cuerpo, equivaldría a que se duerma alguna zona de nuestro cuerpo o que que quede inútil o inválido algún músculo o extremidad, o que deje de funcionar correctamente, un tic o un temblor, por ejemplo.

Todos los nervios que salen del cerebro hacia todo nuestro cuerpo, pasan por las cervicales.

Las tensiones cervicales, abarcan la zona de los hombros, los brazos, las muñecas, las manos y los dedos de las manos, pero, también abarcan los omóplatos y la la parte dorsal de la espalda. Es en estas zonas en donde se localizan las famosas contracturas musculares, conocidas por casi todos y por las cuáles, se acude con más frecuencia a un masajista, o al médico, para que nos dé un relajante muscular, o un anti inflamatorio, o un sedante, para poder dormir.






Las tensiones cervicales, además, transmiten tensión a toda la médula espinal, hasta el coxis y a todas las vértebras de la columna vertebral, generando desgastes, hernias, desviaciones, espondilitis, inflamaciones, pinzamientos o agarrotamientos y estrangulación de terminaciones nerviosas y arterias....





Esas tensiones de la médula espinal, conllevan un desgaste y degeneración del tejido nervioso de la médula y de las terminaciones, así como la parte de la médula que sube al cerebro, dentro del mismo cerebro, en el cerebelo, rompiendo conexiones neuronales del cerebro y del cerebelo.



Enfermedades degenerativas del cerebro, como el alzheimer, demencia senil, pérdida de memoria, ofuscación y falta de agilidad mental...tienen una estrecha relación con las tensiones nerviosas producidas en las vértebras cervicales.

Por otro lado, las enfermedades como la artritis y la artrosis, se ven agravadas por estados de tensión nerviosa y contracturas musculares, que ponen en tensión las articulaciones, aumentando el desgaste de las mismas y los estados dolorosos, debido a las inflamaciones de tendones.

 

Centro instintivo del Coxis

Por último, tenemos el último centro de bloqueo, situado en el coxis.
El coxis es un lugar en donde se almacenan reacciones instintivas que proceden de la parte primitiva del cerebro. Es un centro relacionado con la actividad de las piernas, ya sea para caminar o correr, para huir, por ejemplo. O, para dar patadas, también, si somos víctimas de un estado agitación o reacción violenta, como sucede en una pelea.

Este centro también se le llama," Centro instintivo motor" y se asocia, también, con el movimiento de los brazos, al caminar, o al uso de los mismos, para pelear, por ejemplo.

Las piernas y los brazos, especialmente las muñecas y puños, acumulan mucha energía de la ira, de la violencia contenida, de la rabia y la frustración.

Cuando nos sentimos iracundos, violentos, muy enfadados, toda esa energía se extiende o expande por todos los centros, desde los órganos sexuales, pasando por el centro emocional , que abarca el estómago, el corazón, la garganta.

Esa energía, prosigue hacia los ojos, se llenan de ira, de odio, luego, sube al cerebro, quitándonos la razón, luego se extiende a las cervicales y los hombros y brazos, muñecas, puños y ahí, en los puños, se concentra, finalmente esa gran explosión de energía violenta, rompiendo una mesa, o golpeando a alguien, hasta matarlo.

Puede, no obstante, que si no exteriorizamos esa rabia, frustración, ira, impotencia, toda esa energía se descarga sobre nosotros mismos, haciéndonos daño y, convirtiendo nuestro cuerpo, en la peor herramienta de tortura o auto tortura que podamos imaginar.

Pero, en la zona cervical, dicha energía, también se desvía hacia la médula, llega al coxis y luego, pasa a las piernas, con las que terminamos de rematar a nuestra víctima.

Este es el proceso que se produce en todo nuestro cuerpo, cuando nuestros centros de energía se bloquean o se saturan, por causa de las presiones e impresiones que recibimos de nuestro exterior, generalmente causadas, por la vida de histeria colectiva que sufre, a día de hoy, el ser humano.

Este es el proceso que hace que, en un momento dado, una persona explote en una discusión y termine peleando e hiriendo o matando a alguien y termine, finalmente, en la cárcel, o en un psiquiátrico, por haber perdido el control consciente y voluntario de sí mismo, por haber sido víctima de enajenación mental. O también, que termine hiriéndose así mismo o quitándose la vida, por desesperación, incertidumbre, miedo, frustración, depresión...

Es muy importante ser conscientes del estado de tensión o bloqueo que tienen esas zonas de nuestro cuerpo, que acumulan, de manera inconsciente, todas las presiones externas a las que estamos sometidos y que no somos capaces de digerir y transformar, porque no tenemos tiempo para cerrar nuestros ojos para mirar y sentir cómo estamos, como nos sentimos. No tenemos tiempo de dirigir nuestra atención para captar nuestras sensaciones y nuestras energías internas, que se mueven muy deprisa y, por ello, es muy difícil poder captarlas sino no nos sentamos y adquirimos el dominio de la atención dirigida y consciente, que nos permite la práctica de la meditación.

La meditación intensiva, como Vipassana y la meditación Zen, nos adiestran en el arte de captar nuestras sensaciones, todas las sensaciones que se producen en nuestro cuerpo, pero todas, tanto las más perceptibles o burdas, como las más sutiles que operan a nivel subconsciente o a nivel, incluso, del campo vital de nuestro cuerpo energético o electromagnético.

La meditación nos permite ser conscientes y tener control consciente sobre nuestras reacciones inconscientes, instintivas o involuntarias y tomar el control de nuestra manifestación, de nuestra existencia y no ser víctimas o títeres del subconsciente y del "continuum mental" que hace que nuestras vidas sean repetitivas y mecánicas.

No se vive realmente, si no se vive de manera consciente, con consciencia.

Y, si no se vive de manera consciente, significa, que estamos dormidos, viviendo un sueño, el cuál, para algunos, tal vez agradable, o para otros, una pesadilla que no hay manera de cambiar y, por tanto, no queda de otra, que resignarse a vivir, aunque sea un sueño.

Todas aquellas personas que, por algún motivo, no tienen tiempo para practicar una técnica intensiva de meditación, en un retiro de 10 días, o, porque, tal vez, les parece una disciplina muy exigente, pueden recurrir a técnicas de relajación, que nosotros impartimos en nuestros cursos presenciales, de fin de semana.

En estos cursos, combinamos ciertos ejercicios, especialmente indicados para relajar y desbloquear los centros o zonas de bloqueo, así como las tensiones de la médula espinal.

En estos cursos, recurrimos al Yoga terapéutico, a las postraciones y al yoga tibetano, al Chikung, así como otros medios de relajación, como los Pranayamas, los mantrans y los cuencos tibetanos y, también, al masaje, en algunos casos, de manera particular.

También hacemos relajaciones guiadas y prácticas de atención dirigida sobre la respiración, para entrenar la atención.

 

Estructura del retiro


Hablar un poco de las tensiones en los centros de energía, los bloqueos, causas externas..

-Usar alfombrilla reflexología en los pies

-Hacer ejercicios de Chikung para desbloquear articulaciones.

-Hacer sentados desbloqueo de muñecas, manos y ejercicios de hombros y espalda.


-Hacer Pranayamas y relajación, usar palito punto palma de la mano.


-Hacer ejercicios básicos de yoga


-Hacer giro abdominal para masajear órganos internos ,espalda y centro coxígeo, sobre la alfombrilla.


-Hacer postraciones para desbloquear la médula espinal.


-Luego, recitar 1000 mantrans de Tchenresig.


-Hacer de nuevo Pranayamas.

Todo esto sería fase de relajación y desbloqueo de médula y centros... Osea, desbloqueo y relajación y limpieza de canales

-La segunda fase sería de energización, con los 5 ritos tibetanos y Mantra de Yampel Yang

-Tercera fase, sería repetir la primera fase, especialmente postraciones y Mantra de Tchenresig y Pranayamas.

La última fase sería hacer  mindfulness. Esto es así, porque es mucho más fácil meditar o relajarse, si hemos desbloqueado, primero, los centros de bloqueo y las articulaciones.

La energía de Kundalini no puede ascender por la médula espinal, si previamente no hemos liberado y desbloqueado la energía de los centros y la médula espinal, así como haber hecho una limpieza de los canales, a través de los Pranayamas.

Habiendo desbloqueado los centros y la médula y limpiado los canales, veremos, como es mucho más fácil entrar en un estado de interiorización meditativa, en menos tiempo y con más profundidad.

Si una persona está muy saturada, con sus centros muy bloqueados y cargados, es preferible que se ponga a caminar o que haga los ejercicios de yoga y Pranayamas que enseñamos en los cursos, porque, de lo contrario, perderá el tiempo sentándose para intentar relajar su mente o su cuerpo y terminará, posiblemente, frustrado, pensando que la meditación no es lo suyo.

Según el estado en que nos encontramos, es más fácil relajarse dando un paseo, o haciendo yoga o irse a nadar, por ejemplo. O bien, ir a un masajista, lo cuál puede resultar caro, sobre todo, si vamos con frecuencia.

Otra opción, es ir al médico para que nos recete relajantes, sedantes, anti inflamatorios y que nos dé la baja laboral, porque no estamos en condiciones, ni físicas, ni psicológicas para poder desempeñar nuestras funciones, sean cuales sean, sin riesgo y con garantías.

Los ejercicios que enseñamos en los cursos de fin de semana, forman parte del Kundalini yoga, como se practica dentro del budismo tántrico y del yoga tibetano

Nuestros cursos no pretenden sustituir ninguna técnica intensiva de meditación, como Vipassana, tan sólo poner al alcance técnicas menos exigentes y más asequibles, que, en todo caso, no tienen la capacidad ni la profundidad para entrar en el subconsciente y purificar la mente.

Mindfulness es una técnica orientada a la relajación, no es una técnica intensiva y profunda de meditación, que requiere mucha dedicación y mucha disciplina.

Hecha esta aclaración, no significa que estos cursos no sirvan para lograr una labor importante, para aliviar los efectos del estrés y evitar, que una persona termine atiborrada de medicamentos o en manos de un masajista, o termine desesperada y opte por tomar drogas o por cualquier otra medida auto destructiva.

Tratamos de ser honestos y no confundir a nadie, pero garantizamos que en estos cursos, se adquieren técnicas simples y prácticas que pueden ayudarnos en nuestra vida diaria a sentirnos bien y a sentirnos mejor de salud, a todos los niveles.

¡Te invitamos a que asistas a nuestros retiros!¡De todo corazón!

  

Aquí puedes encontrar las actividades que organizamos en el "Centro Sanadha", de manera itinerante, en diferentes lugares y ciudades.

Cursos y retiros centro Sanadha

Si está interesado en estos temas y quieres ayudarnos a organizar un retiro de fin de semana o de un día, en tu zona, si conoces alguna sala o lugar en donde realizar un curso, un sábado, por ejemplo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, a través de nuestro correo  : elreikisana@gmail.com

Existe otro artículo, publicado en otro blog, del mismo autor, que se complementa con este y en el cuál, puedes encontrar más información.

Te dejamos su enlace, por si deseas leerlo:  Los Centros energéticos de nuestro cuerpo

Por último, para resumir este tema, podemos afirmar lo siguiente:

¡Toda tensión o contractura de nuestro cuerpo, comienza en el cerebro, pasa por las cervicales y de ahí, prosigue su viaje por la médula espinal, hasta llegar a la zona que recibe la descarga violenta de energía psíquica del cerebro!

Por ello, sino aprendemos a relajar nuestro cerebro y nuestra médula espinal, eliminando sus tensiones... las contracturas y tensiones musculares, aún y cuando hayan sido temporalmente eliminadas o aminoradas por cualquier sistema, ya sea un masaje, o una droga, será algo temporal y el cuerpo volverá a ponerse tenso y a contraerse y a producir malestar o dolor, o alguna dolencia que, finalmente, termine dañando algún órgano, alguna extremidad, u originando algún desgaste muscular u óseo, debido a las tensiones. o produciendo alguna parálisis... Las consecuencias pueden ser de lo más variado, pero, sea como sea, las víctimas somos nosotros mismos y aquellos que nos rodean y, que de alguna manera, también sufren al vernos en esa situación.

Para eliminar las tensiones de nuestro cerebro y médula espinal, es decir, de nuestro sistema nervioso central y periférico, a niveles sutiles y del subconsciente, es necesario recurrir a un bisturí, que es nuestra propia consciencia, para que penetre en lo más profundo de nuestras emociones y pensamientos de miedo y tensión, que se producen por consecuencia de situaciones diversas de incertidumbre, miedo, impotencia, frustración...

Ese bisturí se llama: "Meditación"

Sin ese bisturí, no es posible eliminar los traumas remanentes que las situaciones de estrés e incertidumbre (por las que pasamos, cada vez más, con más frecuencia los seres humanos), dejan grabados en nuestro subconsciente.

Hay ciertas situaciones que pueden bloquear a cualquier persona, por muy segura de sí misma que aparente ser.

Quedarse, de repente, sin trabajo y sin ningún medio de subsistencia, teniendo, además hijos o familiares a nuestro cargo, tal como han vivido millares de familias o cientos de miles de familias y personas, debido a los acontecimientos acaecidos por la situación creada por el coronavirus, o por otras crisis de tipo financiero o especulativo, llevan a una situación de sorpresa, incertidumbre, miedo e impotencia a cualquier persona y puede llegar a bloquear su respuesta o reacción, de tal manera, que, su cuerpo refleja esa impotencia. Por ejemplo: Te quedas mudo y no eres capaz de decir nada. O, te pones tenso y caes en una crisis nerviosa o depresiva. O, se te bloquea alguna zona del cuerpo, como los brazos, o se te bloque el propio cerebro y no puedes ni siquiera pensar...

En todos estos casos, lo que está sucediendo es, que los centros nerviosos de bloqueo, están saturados como consecuencia de toda la energía violenta y de frustración, que el cerebro ha acumulado.

¡Todo se inicia en el cerebro y se transmite a través de la médula espinal!

Sino tenemos en cuenta un Yoga o alguna herramienta, que contemple la relajación del sistema nervioso formado por el cerebro y la médula espinal, la situación post traumática producida por la situación de incertidumbre, seguirá actuando sobre nuestro cuerpo, aún y cuando, se supone que la situación externa ha finalizado.

Sino eliminamos el trauma, el sistema nervioso seguirá actuando con inercia, sobre nuestro propio cuerpo, haciéndonos sufrir.

La única manera de poner freno a ese estado de ansiedad remanente que queda almacenado en nuestro cerebro, creado por el trauma, es a través de la práctica de la meditación.

La meditación nos permite auto-psicoanalizarnos y comprendernos y nos ayuda a aminorar, de manera consciente, la agitación interna de nuestra mente y de nuestras emociones, causadas por los eventos externos sorpresivos de incertidumbre.

De esa manera, podemos evitar el bloqueo y la parálisis de nuestra propia mente, para buscar soluciones y alternativas de supervivencia, sin llegar a un estado destructivo de desesperación.

Tal vez no podamos evitar que las situaciones externas se produzcan, pero sí podemos evitar reaccionar de manera inadecuada.

Por ello, la práctica del yoga o de cualquier otra herramienta o disciplina física que utilicemos en nuestra búsqueda de remedios alternativos, tiene que contemplar la relajación y la meditación.

Un Yoga meramente físico y de contorsión, no sirve, porque solo trabaja con el cuerpo y deja de lado la mente.

El yoga tibetano ha sido creado y elaborado con mucha sabiduría. Aventaja al Hatha yoga, tanto en lo físico, como en lo psíquico, porque va dirigido, especialmente, al desbloqueo del cerebro y de la médula espinal, además de la tensiones musculares y de las articulaciones. No es un yoga de contorsión, ni es un yoga llamativo y exótico, porque esa no es su finalidad.

Es un yoga destinado, muy especialmente, a relajar el cuerpo, pero, primero, relajando la causa, que es el cerebro, porque todo empieza en el cerebro.

El cuerpo no es más que una pizarra, en donde el cerebro escribe con fuego, todas las tensiones producidas por las experiencias.

Y, todos los mensajes que el cerebro envía al cuerpo, se hace a través de una autopista de comunicación, que es la médula espinal.

Por tanto, hay que relajar el cerebro, al inquisidor y quitarle el bolígrafo, que es la médula espinal, para que no escriba sobre nuestro cuerpo, mensajes de dolor, desesperación y sufrimiento.


Autor: Manuel Vázquez

En Panillo, a 18 de septiembre de 2021.








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